La Federación Internacional de Universidades Católicas acoge con alegría y esperanza la elección de Su Santidad el Papa León XIV, 267º sucesor de San Pedro.

En un mundo atravesado por múltiples crisis —guerras persistentes, injusticias crecientes, desafíos medioambientales, fracturas sociales y culturales—, la llegada de este nuevo pontificado constituye un signo de luz y renovación. La FIUC da gracias por esta elección y asegura al Santo Padre sus oraciones y su fiel compromiso al servicio de la misión universitaria católica.

Esta elección es también una ocasión para rendir un profundo y agradecido homenaje a Su Santidad el Papa Francisco. Su pontificado ha marcado la historia contemporánea de la Iglesia por su constante llamamiento a una ecología integral, su atención prioritaria a los más vulnerables, su testimonio de sencillez y su incansable búsqueda de la paz y la fraternidad universal. Ha alimentado de manera duradera la misión de las universidades católicas en todo el mundo.

La elección del nombre León XIV, en eco a León XIII y a su encíclica Rerum Novarum, subraya la renovada importancia del compromiso de la Iglesia con la justicia social, la dignidad del trabajo y los derechos de los más pobres. Este gesto simbólico se hace eco de la vocación de las universidades católicas: pensar un futuro más justo, formar conciencias, contribuir con el conocimiento a la transformación de las sociedades.

Presente en los cinco continentes, la FIUC, que agrupa a más de 240 instituciones católicas de enseñanza superior, responderá con fe, rigor académico y creatividad intelectual al llamamiento del nuevo Papa. Fiel a su misión, seguirá promoviendo la educación integral, el diálogo entre culturas y la construcción de la paz, en el espíritu del Pacto Educativo Global.

Dr. François Mabille
Secretario General de la FIUC

La Federación Internacional de Universidades Católicas expresa su profundo dolor por el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, un pastor de inmensa compasión, visión y sabiduría. Su pontificado ha sido un faro para la humanidad, en particular para el mundo académico, al que constantemente llamó a un mayor sentido de la responsabilidad, la solidaridad y el servicio.

A lo largo de su papado, el Papa Francisco ha destacado el papel fundamental de las universidades católicas en la construcción de un mundo más justo, humano y sostenible. Veía en nuestras instituciones no solo centros de aprendizaje, sino comunidades de discernimiento y esperanza, espacios donde la fe y la razón se encuentran y donde se forman nuevas generaciones para ser constructoras de paz y diálogo.

La FIUC tuvo el honor de reunirse con el Santo Padre en varias ocasiones. En estos encuentros, nos desafió a ir más allá de la excelencia intelectual y a abrazar lo que él llamó la «cultura del encuentro». Nos recordó que la educación nunca es neutral: o contribuye a construir una cultura de la vida y la inclusión, o corre el riesgo de reforzar la indiferencia y la exclusión. Con sus palabras y sus acciones, el papa Francisco confió a las universidades católicas una misión: ser laboratorios de fraternidad, hogares de conversión ecológica e instrumentos de desarrollo humano integral.

Su discurso a la comunidad académica de la Universidad Católica de Portugal durante la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa en 2023 sigue siendo un hito. En él, invitó tanto a los estudiantes como a los educadores a ser «poetas del cambio social». Su llamamiento a vincular la investigación académica con la responsabilidad ética y ecológica se hizo eco del corazón de sus encíclicas Laudato Si’ y Fratelli Tutti, que siguen inspirando nuestro trabajo.

Como Federación que une a las instituciones de educación superior católicas de todo el mundo, nos comprometemos a llevar adelante la visión que el papa Francisco articuló de manera tan convincente. Su legado nos llama a formar conciencias, fomentar el diálogo, promover la paz y acompañar a los marginados, especialmente a los jóvenes, los pobres y el planeta mismo.

Oramos por el eterno descanso de Su Santidad y expresamos nuestras condolencias a la comunidad católica mundial. Que su vida y sus enseñanzas sigan guiando a las universidades católicas en su misión de transformar el mundo a través de la verdad, la compasión y la fe.

Isabel Capeloa Gil
Presidenta de la FIUC

El Papa Francisco se dirige a la Federación Internacional de Universidades Católicas con motivo del centenario de su fundación

¡Eminencias y excelencias!
¡Queridos hermanos y hermanas!

Tendría que leerles un largo discurso, pero siento cierta dificultad para respirar. Como ven, este resfriado todavía no se va. Por eso me tomo la libertad de entregarles el texto para que ustedes mismos lo lean. Quisiera darles las gracias por este encuentro, por el bien que hacen las universidades, nuestras universidades católicas: sembrar la ciencia, la Palabra de Dios y el verdadero humanismo. Se los agradezco mucho. Y no se cansen de seguir adelante, siempre adelante con la misión tan hermosa de las universidades católicas. Lo que les da identidad no es la mera confesión católica —que es sólo un aspecto, pero no el único—, es quizá ese humanismo auténtico, el humanismo que hace comprender que el hombre tiene valores y que estos deben respetarse. Pienso que esto es lo más hermoso y lo más grande de vuestras universidades. Muchas gracias.

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